ESCRIBIR TE LLENARÁ AL ALMA: llenará tus páginas y te ayudará a llenar tu vida
Escribir te llena el alma, te llena las páginas y, sin que te des cuenta, empieza a llenar tu vida. Porque cuando te sientas a escribir, no solo estás poniendo palabras en un papel o en una pantalla, estás vaciando partes de ti que quizás no sabías que estaban ahí, esperando ser contadas.
Es un acto de valentía, de abrir tu corazón y dejar que se derrame todo aquello que guardas tan dentro. Y en ese derrame, en ese flujo constante de ideas, emociones y pensamientos, es donde empieza la magia.
Cada palabra que eliges, cada frase que construyes, es un paso más hacia ti mism@. Es un momento en el que el mundo exterior se apaga y te quedas tú, con tu esencia, con tus luces y sombras, con tus dudas y también con tus certezas.
Es un acto muy íntimo, casi sagrado, donde te permites SER sin filtros, sin máscaras, sin la necesidad de impresionar o de ser entendid@. Es un espacio solo tuyo, donde puedes explorar quién eres, qué sientes e incluso qué quieres decirle al mundo.
Y es en esa exploración donde la escritura empieza a llenar tu vida. Porque no se trata solo de crear historias o de cumplir con metas literarias, sino de un proceso de autoconocimiento que va llenando esos vacíos que a veces ni sabíamos que teníamos.
Escribir se convierte en un diálogo interno, en una conversación que te ayuda a ordenar tus pensamientos, a entender tus emociones, a darles un sentido y a liberar lo que llevas dentro.
La escritura tiene el poder de transformar. Lo que comienza como una necesidad de expresarte, de vaciar lo que llevas dentro, pronto se convierte en un hábito que te nutre, que te sostiene, que te llena de maneras que quizás no esperabas.
Cada página que llenas, cada historia que cuentas, es un pedacito de tu alma que se refleja, que toma forma, que cobra vida fuera de ti. Y, en ese reflejo, empiezas a verte con más claridad, a entenderte con más compasión, a conectar con esa parte de ti que a veces se siente perdida o incompleta.
Escribir no es solo una actividad, es un camino. Un camino que, con cada palabra, te lleva más cerca de ti mism@, que te invita a descubrirte, a reinventarte y a sanar. Porque en la escritura, en ese acto tan simple y a la vez tan profundo, encuentras una forma de llenar tu vida con sentido, con propósito y con esa satisfacción que viene de ser auténtico, de ser verdadero, de ser tú.
Cuando te sientes a escribir, no pienses solo en las palabras que llenarán la página, piensa en cómo ese acto está llenando algo mucho más grande, algo dentro de ti que necesita ser nutrido, escuchado y, a la vez, comprendido.
Porque escribir te llena el alma, te llena las páginas y, en ese proceso, sin que te des cuenta, empieza a llenar también tu vida.

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