CONVIÉRTETE EN UNA PERSONA DE ALTO VALOR

Cuando hablo de una persona de alto valor, no me refiero a una cuestión de precio o de lo que puedas ofrecerle al mundo desde un punto de vista externo, sino a ese lugar interno desde el que te valoras a ti mism@. 

Hablo de esa consciencia que te hace saber, sin necesidad de que nadie te lo diga, que eres suficiente, que eres valios@. 

Convertirse en una persona de alto valor no es un proceso que ocurre de la noche a la mañana, ni el resultado de cumplir con una lista de cosas por hacer, no, va mucho más allá. Es un viaje hacia adentro, hacia ese lugar donde residen todas tus sombras y también toda tus luces, donde te encuentras contigo en la profundidad de tus emociones y de tus pensamientos. 

Ser una persona de alto valor no tiene nada que ver con cuánto ganas, con cómo te ves o con los logros que has acumulado a lo largo de los años, tiene que ver con el nivel de respeto y amor que tienes hacia ti mism@, con la forma en que te tratas, en cómo permites que los demás te traten y en cómo te presentas ante la vida. 

Una persona de alto valor no busca validación externa porque ya ha encontrado esa validación dentro de sí misma. Sabe que su valor no depende de la opinión de otros, de la cantidad de «me gusta» en una foto o del número de personas que le aplauden cuando logra algo. Su valor es inherente, inmutable y no se negocia ni se cuestiona. 

Pero llegar a ese punto requiere de una disposición para hacer el trabajo interno, para sanar las heridas que te han hecho sentir menos y para desafiar las creencias limitantes que has cargado durante años, esas que te susurran que no eres suficiente, que no eres dign@. 

Convertirse en alguien de alto valor es un proceso de des-aprendizaje de todas esas historias que te has contado sobre quién deberías ser y cómo deberías comportarte para comenzar a crear una nueva narrativa que se alinea con tu verdad más profunda. 

Es un proceso de estar dispuest@ a mirarte con honestidad y a reconocer las partes de ti que quizás has intentado ocultar o negar. Es ser capaz de sentarte contigo en los momentos de soledad y vulnerabilidad, sin huir, sin distraerte y sin buscar afuera lo que necesitas encontrar dentro. 

Una persona de alto valor se atreve a sentirse incómoda ni a incomodarse con sus propias emociones, porque sabe que solo atravesando esa incomodidad podrá llegar a la verdadera paz interior. 

Sin embargo, no te equivoques, esto no significa que sea un camino fácil. Convertirse en una persona de alto valor no es sinónimo de perfección, ni de no tener momentos de duda o inseguridad, al contrario, es un viaje en el que aprendes a abrazar todas tus facetas, incluso las que no te gustan tanto. 

Es un compromiso contigo y con tu propio crecimiento y bienestar. Es elegirte a ti, día tras día, incluso cuando no sea fácil. Es aprender a decir NO cuando algo no resuena contigo, aunque eso signifique decepcionar a alguien más. Es priorizar tu bienestar emocional, físico y mental, porque entiendes que si no te cuidas, no puedes cuidar de los demás. Es darte permiso para poner límites, para expresar tus necesidades e, incluso para pedir lo que mereces sin miedo a ser juzgad@ o rechazad@. 

Y, lo más importante, ser una persona de alto valor es recordar, una y otra vez, que ya eres suficiente tal como eres. Que no necesitas cambiar, ni mejorar, ni cumplir con ningún estándar externo para ser valios@. Que tu valor está en ser auténtic@, en ser tú mism@, en toda tu complejidad y singularidad. 

Escúchame bien, porque si estás en ese camino de convertirte en un ser humano de alto valor, recuerda que ya estás en el lugar adecuado y que ya tienes todo lo que necesitas dentro de ti, solo es cuestión de empezar a reconocerlo y de empezar a vivir desde esa verdad interna. 

Recuerda que es un proceso que no tiene fin, porque siempre hay más capas por descubrir y muchas más profundidades por explorar, sin embargo, lo importante es que estás caminando en la dirección correcta, estás volviendo a casa, a ti mism@. 

Y eso, alma de energía, es lo que de verdad te convierte en una persona de alto valor.